Todos estos recuerdos vienen ahora porque hoy leía en un periódico una nota de Guadalupe Loaeza que, con todo y la banalidad que caracteriza mucho de sus textos, describía a esta Colonia (o quizá la nostalgia me hizo ver esta belleza). Dice (tomo solamente partes): "Me cambié a la colonia Roma porque ahí está la Sagrada Familia en donde reposan los restos del padre Miguel Agustín Pro, la dulcería de Celaya, la fuente donde está la estatua del David y muchas palomas que no dejan de revolotear, La Flor de Lys, porque en Alvaro Obregón todavía se sentía el espíritu de la madre Conchita, porque a la vuelta de la esquina se encontraba la Casa Lamm, porque ya no invertiría tanto tiempo en llegar a la Sala Margolín, disquera que tiene la mejor música clásica; porque una viejita del Edificio Río de Janeiro (la Casa de las Brujas), le contó que en 1939, en ese edificio había muchos mozos siempre listos para tomar las maletas de sus amos cuyas vidas habían sido como de película; porque en la Roma habían vivido el "Doctor I. Q."; el escritor Sergio Pitol; madame Lupescu, amante del rey Carol de Rumania, y Andrea Palma; porque amor al revés es Roma".
http://www.deportesmena.es Y termina con "Escuchemos lo que decía Salvador Novo: La historia porfiriana, híbridamente positivista, mocha, científica, europeizante, patronímica, romántica, expresaba sus estados de ánimo al bautizar las nuevas calles de las nuevas colonias. La fe en la medicina propiciaba la de los Doctores; Soto, Zarco, Guerrero y Mina, se miraban perfumados por Tulipanes, Magnolias, Mosquetas, decorados por Estrellas y Lunas; la botánica forestal alternaba en Santa María la Ribera con la floricultura -Chopos, Cedros, Naranjos, Pinos, Nogales- San Rafael honraba con la inmortalidad de sus calles a los románticos y a los positivistas -Guillermo Prieto, Rosas Moreno, Manuel María Contreras, Icazbalceta, Altamirano, Gabino Barreda, Alfonso Herrera. Los que habían ido a las Europas, lo subrayaban con vivir en la flamante colonia Juárez llena de Hamburgos, Vienas, Liverpooles, Londres y Nápoles, y sólo una tardía ola de compensador nacionalismo geográfico dio a una colonia Roma (pero Roma) nombres de ciudades mexicanas para sus Pueblas, Chihuahuas, Zacatecas, Guanajuatos, Tabascos".
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http://www.deportesmena.es Y termina con "Escuchemos lo que decía Salvador Novo: La historia porfiriana, híbridamente positivista, mocha, científica, europeizante, patronímica, romántica, expresaba sus estados de ánimo al bautizar las nuevas calles de las nuevas colonias. La fe en la medicina propiciaba la de los Doctores; Soto, Zarco, Guerrero y Mina, se miraban perfumados por Tulipanes, Magnolias, Mosquetas, decorados por Estrellas y Lunas; la botánica forestal alternaba en Santa María la Ribera con la floricultura -Chopos, Cedros, Naranjos, Pinos, Nogales- San Rafael honraba con la inmortalidad de sus calles a los románticos y a los positivistas -Guillermo Prieto, Rosas Moreno, Manuel María Contreras, Icazbalceta, Altamirano, Gabino Barreda, Alfonso Herrera. Los que habían ido a las Europas, lo subrayaban con vivir en la flamante colonia Juárez llena de Hamburgos, Vienas, Liverpooles, Londres y Nápoles, y sólo una tardía ola de compensador nacionalismo geográfico dio a una colonia Roma (pero Roma) nombres de ciudades mexicanas para sus Pueblas, Chihuahuas, Zacatecas, Guanajuatos, Tabascos".
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